Que hechizante fue verte, mis ganas de abrazarte se adentraron en mi un poco más fuerte, más de lo normal, un poco más hasta el punto de perder la tranquilidad y ser tu esclavo por siempre, ser tu prisionero, ser y poseerme solo con el hecho de que tus ojos me vieran fijamente.
Me inclinó a tus pies de diosa, para así dar inicio al momento donde te beso de abajo hacia arriba, descubriendo los secretos que guardan tus placeres, incentivando a tu piel de que seas mía, amordazando tus gemidos y que mi nombre se escuche en ti, como la mejor canción jamás sonada.
Que hermosa manera el verte tan divina, tan angelical y a la vez tan bella y extrovertida, tan demonio y tan vigorosamente llena de vida, tan seductora y deseosa que hasta un inmortal caería en tus garras de afrodita.
Me inclinó, me arrodilló a tu merced, vuélveme tu esclavo sexual y haré lo que en el tabú no sea permitido, tanto así que los dioses desearían ser mortales, mucho más así que hasta la tierra sea detenga por un instante, déjame inclinarme y demostrarte que puedes tener orgasmos indomables.
Henry Ruiz
31 DE ENERO 2023
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