A veces, confieso… me llevo a la luna
por los callejones perdidos y ocultos,
ahí, donde muchos buscamos refugio...
Callada testigo que alumbra mis pasos,
en tanto en paredes con versos dibujo
dos alas a sueños que encuentro inconclusos...
Y voy por las calles dejando mis letras,
pintando ilusiones. Con ellas construyo
paisajes y sueños… distintos futuros.
Quizá en la mañana la gente las mire
y encuentre esa frase que, mueva su mundo,
que a sus fantasías otorgue un impulso.
No sé si alucino, no sé si suceda…
tal vez algún día… quizás pueda alguno
volar con las alas que dejo en los muros.