Hector Loaiza

Dulzura

Fresca uva que explota en el estío, tu madurez recorre la primavera; de la tierra al agua, en tus atlas serenos quiero recorrerlos.

 

Tu luz, tus senderos son como yo quiero: floreados, fugaces, adornados con follajes.

 

Tu piel de cereal, tus senos turgentes cómo colinas, tus ojos de navío estrellado.

 

Perla de mar, avidez de azúcar, reverberas la mañana con tus cauces de manzana.

 

Llévame, llévame contigo así como el crepúsculo se lleva las sombras del mundo.