Las notas de un piano suenan en mi mente mientras recorro cada tecla con mi mente nuestro camino desde que nos vimos hasta que nos despedimos por última vez.
Recuerdo la noche gris, la llovizna caía y yo estaba atontado en tu mirada, tratando de olvidar ese recuerdo que me inspira a seguir escribiendo nuestra historia y revivir ese momento en mis sueños.
Pinto con mi pluma inspirado por este sentimiento que no calla, es alucinante e ilusionante. Las bocanadas de aire palpitante en mi corazón acelerando sus palpitos al recordar nuestro primer beso.
Rebanadas de cielo fulgurante que resuenan incesantes entre estos versos, destino impresionante.
Y solfeo entre las notas de una vida, un recuerdo, una sinfonía eterna que perdura y no para. La música canta: ¡Te espero!
En tus brazos: Abrazo, cielo y gloria. En tu seno: Me brillas, deslumbrante. En el cosmos: Destellas, bienquerida.
Las notas del piano suenan en mi mente mientras recuerdo aquel amor perdido, una historia que va hilando en la sinfonía de mi alma. Un canto eterno de amor y nostalgia que nunca dejará de sonar en mi corazón.