Roja, roja amapola. Amapola herida. Tu belleza es una ironía, una herida abierta en el trigal.
La sangre hirviente de la tierra se desborda en tus pétalos, una mezcla de vida y muerte.
Las espigas calcinadas son testigos mudos de tu eterna lucha en el campo de batalla de la naturaleza.
Tus pétalos ardientes lloran savia, una lágrima de dolor y otra de esperanza.
Eres un recordatorio de la fragilidad de la vida y la fuerza de la naturaleza que siempre renace.
Roja, roja amapola, eres una herida curada en el trigal, una cicatriz que nunca se olvida