José Domingo

Tu lucha

Blandiendo sereno con tus manos
la espada blanca desentraña el tiempo
dan las horas, minutos y segundos

 

Les falta el de los ancianos aliento
en la lúcida estancia del lamento
como un presagio oculto de recuerdos

 

Petrificados, lejos e invisibles 
de párpados cerrados al otoño
se desvanece desde tu silencio

 

Relámpago que priva de posibles
inefable belleza del retoño
espera malherida por tu espacio.