Raul Gonzaga

Muchas gracias, Padre Nuestro

Padre, tú me has ayudado
a controlar fiero mal,
ese cáncer que amenaza,
pero se puede sanar;

me mostraste tu grandeza,
dolorosa enfermedad,
cuando en una cirugía
no me dejaste jamás;

hoy retorno nuevamente
por diferentes senderos
a continuar optimista

con apreciables recuerdos:
representaste mi fuerza,
devoción en mi silencio...