Alice Coraline ⚧

Delirio de poeta

Bailo a mi son, o eso creo,

sigo el ritmo de la música,

el ritmo de la escritura al que me amarro.

Unos dicen que mis palabras se vuelvan Vogue

que me suelte sin normativas;

pero siempre voy fuera de la norma.

Que deje la academia, lo purista;

pero amo lo teórico.

Me muevo en diversas métricas,

desde la variedad de sonetos hasta sextas rimas,

que deje los endecasílabos, alejandrinos, heptasílabos,

¡que deje las métricas! pero yo amo a Minkowsky

otros me dicen: agarra el verso libre.

Pero yo ya me siento libre escribiendo.

Voy a mi cadencia con música o sin música,

acompañada de una fuga o de un perreo bellaco

sola, triste y miserable, contenta, eufórica

decrescendo hacia un punto singular,

emociones que decaen hacia lo maldito;

pues la libertad me hace maldita.

De qué me preocupo, si todo esto ya está escrito

en algún tomo de la biblioteca de babel;

en otro lejano universo 

donde nunca existieron las corrientes vanguardistas 

o donde el habla es desorden y armonía. 

Y sin darme cuenta mis versos se vuelven poesía.