Rafael Elias Huerta

Amanecer

Cuando me vaya, indeleble y frágil

mi alma gravitará entre desvelos,

será como un deseo que nadie ve,

que nadie escucha, pero habita

entre la faz de la esperanza y la fe.

Ya no serán las madrugadas indecibles

sinónimo de olvido y desazón,

ya no será la luna

golondrina de un paisaje sin estrellas

volando tras nubes pasajeras.

Tomaré del armario la bufanda gris

que perpetuó las tardes cuando el amor

en una banca de la plaza me esperaba,

besaré los rosales que mojaron

la lluvia y la pasión primera

y acariciaré por última vez

al espejo que aún intenta motivarme.

Cuando parta seré uno con el viento,

ya no habrá distancia ni distingos

de noches y madrugadas en desvelo,

ya mi mano que escribe sin cansancio

se abandonará en placidez y mi mente

que vuela cada instante tras un sueño

será uno con la vida que hoy es.

Pero mientras tanto

intentaré ser vehemente cada día,

seré prudente jovial y transparente

para cuando diga te amo

mi corazón desde afuera puedan ver.

Seré como un rio, como el sauce y el tilo

para vivir desnudo de nostalgias

y pedirle a Dios

que cuando llegue la noche,

sueñe con el amanecer.  

 

 

Autor…reh