Kinmaya

¡ Oh Poesía!

Cautivo de mundos sutiles e inevitables, miradas inanimadas que pululan sin ver, el tiempo extrañando su andar sin huir, 
donde los pies no dejan huellas ni sendero

Ver desde las formas candidas que caen,
un estar desde las hojas en torbellino,
fulgurantes brisas llevandose los latidos
una liviandad viajando hacia crepúsculo.

Aves de nubes blancas y cielo infinito,
cantares de todos los tiempos viajeros,
susurros danzantes en furtivas voces,
el alma eclipsando al torpe cuerpo inútil.

Vida de asombro y aliento vivo,
alma encantada ciega de amor,
ojos de mundos lejanos en piel humana,
¡Oh Poesía!...¡Poesía!...¡Poesía!
en el gozo de tu existir vive el alma mía.