elenagreco

Un amor correspondido

Con los dedos anillados

Y un amor correspondido

Con el sueño entre los ojos

Y el viento de testigo

 

Siempre cuesta lo anunciado,

Saberse bien sabido,

Y hoy con mucho más que antes

Me despido y te maldigo

 

Miro fijo la herradura,

esperando algún sonido,

conteniendo tus mil partes

Y rogando lo que es mío

 

Hoy descargo lo del alma

lo injusto y compasivo

saber que fui engañada

y elegir con quién olvido

 

Te odio por las noche

y en el cielo no te encuentro

Peldaños más abajo

te aguarda un dulce infierno

 

Y a pesar de todo,

la nostalgia es enemiga,

tu piel que así me llega

y mi cuerpo se te enrieda.