Freddy Kalvo

¡Aléjate!

 

Aléjate de mí, te lo suplico.

No esperes que te crea más tus farsas

ni digas que has cambiado, son palabras,

que nunca son sinceras… ¡Qué martirio!

 

Los días que duró aquel bello idilio

murieron hace meses en el alma

así, como las hojas marchitadas,

que caen y terminan en olvido.

 

Disculpa que mi lecho no te ofrezca,

que el nido que vacío tú dejaste

lo tenga ya ocupado hermosa Alondra…

 

¡Qué canta muy alegre y me apasiona!

Y aquellos tibios besos que hoy recuerdas…

¡Serán solo recuerdos sin pesares!