Las promesas nunca fué nuestro fuerte, en un cierto punto lo que era de colores brillante se volvió opaco, aunque eso llegó a afectar era inevitable que sucedería, ahora el destino nos hizo tropezar en el mismo camino, aunque no estemos juntos, es agradable ver tu rostro otra vez, así sé que estás bien .
Si el mundo se cae a pedazos por tu ausencia, el destino se la ingenia para volvernos a juntar aunque sea por unos breves momentos puedo estar entre tus brazos, antes que te marches sin fecha de retorno fijo, sin embargo con la esperanza que si tú lo deseas nos encontraremos una vez más en otra oportunidad.