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PRIVILEGIO

Recuerdo aquella experiencia irrepetible aquel día,

cuando por mis manos conocí totalmente tu figura,

nitidamente en mi cerebro esta la imagen de cuando fuiste mía,

la emoción llena mis ojos y mi alegría aflora con soltura.

 

Esa vez hace ya treinta años revive en mi mente y salta feliz mi corazón,

como si fuese precisamente ayer cuando vivimos este suceso,

que rápidamente llenó mi vida de felicidad y casi alli pierdo la razón,

y aún siento aquí en mis labios la dulzura de tu entrega en un hermoso beso.

 

Ahora pues recordando ese tiempo de mi mocedad,

he estado tarareando esa canción y he sentido regio,

pues en ti encontré esa primera vez el sabor de tu alma de verdad,

y hoy te digo hermosa mujer gracias por darme ese privilegio.