Dos mil heridas 
tengo en el corazón 
que, sin razón, 
late sin parar. 
  
Dos mil heridas 
que, en el corazón, 
están sin cerrarse; 
dos mil heridas 
que sangran pudiendo 
yo perder la vida. 
  
Dos mil heridas 
ocultas siguen ahí 
molestando la paz mental 
que antes yo tenía. 
  
Dos mil heridas 
adentro yo tengo, 
heridas abiertas, 
heridas ocultas, 
simplemente heridas. 
  
Dos mil heridas 
que cicatrices, 
en mi alma dejarán; 
que no sanarán, 
que seguirán molestando. 
  
No sé cómo, 
pero estoy viva; 
pudiéndome desangrar 
y al tiempo, morirme. 
  
No sé la razón, 
pero tanto daño me hicieron, 
que, continuar con mi vida, 
siento que no puedo. 
  
¿Pero qué puedo hacer? 
Frustrada me siento 
por no poder 
ser como ellos, 
por no poder herirlos 
como lo hicieron 
ellos conmigo.