Antonio Miguel Reyes

Porqué la guerra dime.

 

Porqué la guerra dime.

 

Es allá por las montañas...

donde lucen caballeros

sus largas capas doradas,

sombreros de poca monta...

alfileres como espadas,

van montados en sus jacas

contemplado los lugares

de campiñas plateadas.

 

Esos picos tan nevados...

los glaciares acompañan

al cortejo de matones

dando trabajo a sus armas...

van degollando la vida

de la inocencia y la calma,

tan solo por unas tierras

que no sirven para nada.

 

Maldita sea la guerra...

como benditas las zanjas

donde entierran a los muertos

de la cruel y vil batalla,

parece husmear el campo

olores de carne humana...

han dejando entre las hierbas

las vida de tantas almas.

 

Baje castigo perverso

para tanto desaliño...

que por la muerte de un niño

expíen tanto dolor

como provocó el diluvio

con aquella inundación...

que no se perdone nunca

si es verdad que existe Dios.