Mauro Enrique Lopez Z.

FUE CASUALIDAD

Fue casualidad esa tarde,

yo estaba en mi trabajo tú mujer 

caminaba a la orilla del mar,

nosotros subiendo las embarcación 

por que el mar estaba ajitado, 

de proto me tomé la atribucion 

de advertite, cuidado con la rellenada 

porque te puede arrastrar lo bonito 

fue que sonrientes para mí, desde 

ese día surgió una buena amistad 

ahora vos y las gaviotas son mi 

inspiración en prosa de amor, 

porque todas las tardes veo caer 

el sol y tu dulce caminar mujer.