Que dulzura cuando miras,
con tu sonrisa me ganas,
me gusta si tú suspiras
al decirme que me extrañas.
Me enciende si me susurras
al oído que me amas,
adoro cuando me besas
y a continuación me abrazas.
Te extraño cuando en las noches
en mis sueños me reclamas,
a veces hasta oigo voces
escondidas entre lágrimas.
En ese onírico mundo
se mueve mi corazón,
allá en lo más profundo
reside nuestra ilusión.
Me pierdo si te desnudas
hablándome con el alma,
allí se mueren las dudas,
esa voz es mi esperanza.
Classman