Mireia Polo Cardona

ESTA SOLEDAD QUE NO RESUELVO

Quiero que vuelvas con tus esquinas y tus tiempos,

con tus imperfecciones, tus caprichos y tus manías,

que vuelvas, entero,

para llenar con tu saliva

esta soledad que no resuelvo.

 

Para que limites este vasto mar

de olas cristalinas y claras

con tu horizonte fronterizo de coral

y remolques mi desorientado buque

hacia tus aguas agitadas.

 

La ciudad está demasiado tranquila

y el cuerpo se me contagia

de serenidad, calma y silencio.

Nada tengo ya que contar, me faltan palabras.

Solo quiero salir corriendo.

 

Quítame el peso de estas enormes alas

que me he dado cuenta de que no sé volar,

vuelve a meterme en mi jaula,

dame cariño, mímame, invítame a cenar,

dime que nada va a salir mal.

 

Sálvame de este cementerio desolado

que me estoy muriendo y no puedo respirar,

volvamos a ser tú y yo,

cerremos los ojos, nada ha pasado:

nunca hemos dejado de palpitar.