EHUR OHR

Volver a empezar...

Acostumbrado a la cotidiana idea de subsistir,

respirando una y otra vez el mismo aire,

y contemplando a diario el mismo paisaje,

recorriendo continuamente el mismo lugar,

sin nada extraordinario que admirar…

sin nada que me sorprenda…

sin un motivo especial para seguir,

solo despertando para sobrevivir.

 

Cumpliendo un periplo cansino y solitario,

siempre similar,

yendo y viniendo sin inspiración,

cada día lo mismo,

cada vez más lejos de las fantasías de juventud,

con una flojera frecuente…que se va haciendo habitual,

con una desidia arraigada…que se siente ya casi normal,

sin ilusiones que seguir,

con una apatía común…que hasta parece usual,

con un conformismo peligroso…que ha despintado los sueños…

y me ha desviado del sendero que conduce a la felicidad.

 

Así, apagado…me recibe el amanecer,

abro mis ojos… y pienso   en levantarme… o en dormir un poco más,

dormitar una vida entera y despertar en otro siglo…

en otro tiempo…

en un escenario distinto…

quizá más distante…para volver a empezar.

 

Tener el poder de anular el pasado,

de limpiar mi historia … y emprender otro inicio,

entusiasmado en comenzar…

y contento de encontrar otra razón para existir,

inspirado nuevamente,

programando a mis sentidos a un nuevo reto,

dejándome cautivar …así sin más…espontáneamente,

y tropezar sin querer con el azar de la casualidad,

cruzarme en el camino con la puntualidad del destino,

y poder identificar la brillante imagen… que me devuelva esos deseos de vivir,

y coincidir con unos labios que me derritan de pasión…

y que restablezca mi abatido corazón,

con la inofensiva calidez de una mirada fugaz…

que me active las ganas de sonreír,

o bajo la suave caricia de la brisa de su aliento …

que me eleve como el viento…y me haga despegar de la soledad,

que cambie el rumbo de mi mundo…definitivamente,

y envuelva con su aroma…a la tan ansiada calma muy difícil de hallar.

 

Me invade entonces la nostalgia…

y me dejo abrazar de la lealtad de mi silencio,

y calladamente me levanto y salgo…

convencido de que algún día…

la inspiración de mis versos…

coincida misteriosamente con este delirio alucinante.