Freddy Kalvo

Sonetillo enigmático XIV

Llega despacio, espantosa

y negra como la noche.

Si es de día, o medianoche,

siempre llega… ¡tenebrosa!

 

No se trata de una cosa

y por tanto, no es un coche.

Del dolor hace derroche

y el alma pone llorosa.

 

Tiene un punto de partida,

tiene un punto de llegada,

con su corva da una herida

 

y la deja muy sangrada.

No da tiempo a despedida,

cuando llega agazapada.