McAllister Gordon

Luna de Anhelos Clandestinos

Poema

Luna de anhelos clandestinos

 

 Imagen pétrea cual solitaria estatua, 

oh luna confidente y celestina,

que inspiras los amores más profundos,

y permites soñar  en ámbitos sublimes.

 

Brillante apología a una noche perenne,

trayendo remembranzas de instantes especiales,

protegiendo  a furtivos amantes clandestinos,

en discretos momentos que terminan en delirios.

 

Anhelos prohibidos convertidos en nostalgias,

que retozan frenéticos en tus plateadas luces,

sensuales experiencias de ocultas ilusiones,

en los campos tenuemente alumbradas en las noches.

 

Hieráticos fantasmas que deambulan sombríos,

poniendo a soñar al solitario incógnito,

quien logra solo tristes respuestas evasivas,

cuando busca anhelados amoríos y utopías.

 

Oh luna confidente, nocturna y silenciosa,

que vuelas en las  noches ausentes de ilusiones,

donde sonámbulas ideas permanecen en vigilia,

despiertas en insomnes realidades y ficciones.

 

Y es cuando impones sinrazones al silencio,

de un alma paralítica de triste desengaño,

que impertérrita permanece en fúnebre desvelo, 

herida de muerte en la nocturna escena.

 

Al igual que luciérnagas que fallecen tardías,

así van apagándose las luces de las casas,

pero tú permaneces en guardia inquebrantable,

acompañando a ese solitario noctámbulo sereno.

 

Así como figura estática de piedra,

pareces un  ave sigilosa, más sin embargo etérea,

eres ternura que ilumina el alma solitaria,

y reflejas quizás con luces de esperanza,

la pasión que tal vez a la mañana siguiente ya prospere.

 

O al final, quizás desaparezcas moribunda,

ausente en las noches melancólicas sin luna.