Rafael Parra Barrios

Tu hogar, emporio de Dios

 

Tu hogar, emporio de Dios

Tu hogar, emporio de Dios
en la tierra, 
frondoso lar primaveral, 
donde la amistad 
tiene forma de paz. 
Tiempos de fe y unión permitieron construir 
el sagrado lugar; 
sucursal del cielo 
en la morada terrenal, 
donde todos tenían afecto inusitado para disfrutar. 
Era tu paraíso 
el Edén de todos. 
Allí calmábamos la sed, paliábamos la necesidad, saciábamos la fe, 
porque, donde estabas, 
brillaba Dios, su piedad, 
y nada nos faltaba.