♥(¯`*•.¸♥millondurango♥¸.•*´¯)♥

ERES, MI MAS BONITA EXPERIENCIA (Explícito)

En los últimos meses lo que más he disfrutado es tertuliar con mis 4 mejores amigos y lo hemos hecho todos los sábados en la noche.

después de habernos tomado una botellas de whisky a uno de mis amigos se le ocurre la idea de que cada quien cuente su mejor experiencia en el sexo.

Hicimos una rifa para saber quién perdería y ese comenzaría a contar su historia sin omitir detalles y perdí yo, así es que me acomode lo mejor que pude de la silla para contar con orgullo mi mas bonita experiencia   

Todo comenzó en agosto del año pasado, es como si hubiera sido ayer, cuando la vi, con un hermoso cuerpo, unos ojos expresivos y unas tetas pequeñas y todo el tiempo paraditas.

Además, es educada aunque con un carácter que es mejor dejala quieta sin que se enoje… En fin de eso no voy hablarles,

Desde el primer diálogo que tuvimos, puede discernir su inteligencia y visualizar el futuro prometedor y próspero que ella tendrá.

¿Tendrá? - Inquiere uno de ellos.

Ja,ja,ja,ja, me reí, es reciente - les dije-.

Más interesante la historia es - dijo uno de ellos -.

Desde que la conocí me gustó y creo que también le agradaba, no puedo asegurar que como hombre, quizás por mi experiencia y porque nos entendimos a la perfección.

Empecé a hacerle cosas, hasta donde ella me permitiera llegar:

De un momento a otro le di besos en las mejillas y cada vez que tenía la oportunidad lo hacía, pues esta hermosa mujer me encanta y yo quería llegar más lejos.

Un día dije: cuántos hombres o quizás tenga alguien en este momento también que le de besos en los cachetes como yo se los doy. Entonces, voy a pasar a otro nivel y la besaré como otro hombre no la ha hecho ni lo hará.

Y así fue como la bese en el cuello, tantas veces lo hice para dejarle marcado que ningún otro hombre la besara así y no bastando con eso subí el nivel besándola cerca a sus labios en la cumbamba, tantas veces lo hice para cerciorarme de que ningún otro hombre lo hará, de eso estoy seguro.

También me acercaba detrás a propósito cuando estaba excitado con el pene parado dentro del pantalón para que ella lo sintiera mientras le apretaba sus tetas, y poderle tocar sus nalgas bien trabajadas en un gimnasio.

Salimos una vez y en esa ocasión la sentí tan mía y yo tan suyo.

Para la segunda salida le propuse que fuéramos a un motel, donde la pudiese besar como siempre lo he hecho, lo mismo que de la forma que la toco y acaricio, sin contar de la forma que la mimo. Que como no la quiero perder, solo llegaré hasta donde ella me lo permita. Además, de que podremos dialogar tranquilamente y reírnos de bobadas como siempre lo hemos hecho. 

¡Qué descanso me dio cuando accedió!

Llegamos al Motel, de esos que tienen garaje y subimos a la habitación. 

Después de un rato, ella se fue para el baño y yo prendí el televisor para ver porno y encontré un canal de videos musicales de puro porno, eso me excitó demasiado y tenía algo de frustración tan solo de pensar que ella solo me permitiría llegar hasta donde ahora lo he hecho.

Ella me grita estando en el baño que se iba a duchar y que demorara un rato.

Que mujer tan rara -me dije a mi mismo-

Estaba tan excitado que empecé a masturbarme, imaginando que estaría en la ducha haciendo lo mismo, masturbándose sin mí, dejando que el chorro de la regadera le de con fuerza en su vagina para sentir placer y me imaginaba como estaría frotando su clítoris.

Cuando sentí que cerró la ducha y que pronto saldría, cambié el canal de videos musicales porno y puse un documental, metí mi pene de nuevo en el pantalón y me puse una almohada encima para que ella no viera el bulto de mi erección.

Cuando sale estaba con la toalla puesta, el cabello mojado, una sonrisa fresca en los labios y sus ojos brillaban de alegría y picardía. 

¡Que hermosa eres! -le dije-

Gracias -Me responde- y se le nota el cariño en su expresión.

Pongo el canal de videos musicales porno, en una orgia.

Ella se hace frente al televisor, para que yo la vea solamente a ella y no al video, procede a bailar delicadamente, eso sí, al ritmo de la música electrónica.

Deja caer ligeramente la toalla dejando ver su hermoso cuerpo, solamente la cubre unos brasieres de color rojo que hacen juego con unos cacheteros tambien de ese color.

Su baile es sexi y excitante.

Coje una silla y empieza a bailar alrededor de ella y de vez en cuando se sienta abriendo las piernas con el objetivo de que haya misterio y provocar en mi excitación.

Baila  sensualmente y amenaza con quitarse los brasieres y no lo hace, hasta que se queda de espaldas y se los quita, se gira y una de sus manos cubren sus pechos y continúa bailando hasta que los deja completamente descubiertos.

¡Qué calor me produce esa escena! Como si el sol se hubiera metido a la habitación porque la situación se tornó bien caliente, su baile el más excitante de todos,

Ella sigue bailando y repite lo mismo: amaga con quitarse los cacheteros y a medio bajar, vuelve y se los acomoda. 

¡Eres mala! le decía moviendo solo mis labios.

Hasta que el baile se puso a cien de caliente, cuando se quita del todo sus cacheteros y se pone de puntillas y da vuelta para presumir de su escultural cuerpo.

Intenté desnudarme y ella no me dejó, pues ella lo hizo. cuando me quita el pantalón sale de inmediato mi pene con una erección a mil y ella se queda solo mirándolo; me dice que me ponga de espalda y me dice al oído: \"tranquilo, yo estoy lista pero si no quieres hacer nada no haremos nada.\" Y se alejó de mí. Me dí la vuelta y vi su delicada espalda y su culo redondeado. 

Involuntariamente exclamé, ¡madre mía, qué delicioso bombom eres! Ella se giró y se echó a reír. Se recostó boca arriba en la cama con las piernas flexionadas y las rodillas hacia afuera. Como inducido por los cantos de una sirena, me dirigí hacia ella. Tenía un pubis perfectamente depilado, muy suave al tacto, fresquito, y unos labios muy apetecibles.

Comencé a explorarlo con la lengua, pequeñas lamidas encadenadas. Ella se dejaba hacer, le dí algún bocado, varias lamidas largas e intenté introducir mi lengua en su cuerpo. 

Puso sus piernas sobre mis hombros y cerró las rodillas. Me dejó atrapado en su vagina. Empezó a subirme más el calor y agarré su cuerpo con mis manos. 

Fue aumentando su respiración y resoplando. Resultó ser muy expresiva en la cama. No dejaba de guiarme, que como le gusta que le meta la lengua, de como la acaricio con las manos.

Subí y la bese suavemente en sus labios y le dije en el oído, te he cumplido, de aquellas veces que te decía en el oído.

Me voy a comer tus labios, primero los de abajo y luego los de arriba… lo recuerdas.

Y ahí está mi bonita, enfrente de mí,  toda desnuda, con el cabello desarreglado, con la cara ligeramente enrojecida, los ojos cerrados, algunas gotas de sudor y sus manos sobre sus pechos redondos y tiernos. Esa imagen de ella la tendré siempre en el recuerdo, ella es un ángel rodeada de placer.

La agarre por las caderas y la acomodé hacía donde yo estaba. Le sujeté los tobillos y se los llevé contra su cuerpo. Las rodillas tocando con sus pechos y los tobillos más arriba de sus orejas. Ella pasó su brazos por encima para sujetar las piernas. Era un ovillo preparada para disfrutar. Yo me puse por la espalda de ella. Sujetando la parte baja de su espalda corvada con mis rodillas y muslos. Sus labios enrojecidos apretados saliendo entre los muslos de las piernas, su zona perineal muy húmeda y con babas y flujo, su ano pequeño cerradito pero aparentemente sin tensión, eso era lo mejor. 

La escupí varias veces. Cada vez que mi saliva tocaba su cuerpo, su ano se contraía y se relaja. Pasé por él mi lengua para un beso negro. Sin embargo, solo pedía por favor que no, que no hiciera eso. 

No lo decía con tono asustado o con miedo, sino con placer.

Me chupé mis dedos índice y corazón de la mano derecha y los introduje con decisión por su agujero, hasta el fondo de su vagina. Ella sopló y bufó fuertemente para después morderse el labio inferior a la vez que sacudía su cabeza. 

Los saqué despacio y los volví a introducir. 

Fui repitiendo el gesto varias veces y cada vez con menor intervalo. Ella estaba disfrutando. 

Se puso mucho más colorada su cara, de bufidos pasó a gemidos, apretaba los ojos para cerrarlos y abría la boca como si gritara pero sin salir ruido. 

Le fui penetrando y follando con mis dedos más y más. Me suplicaba que parase, el ruido de mis dedos por su cuerpo cada vez era más húmedo. Su vagina de vez en cuando se contrae fuertemente al igual que su ano, que se contrae y se relaja abriéndose a partes iguales.

Seguí un tiempo más mientras me aguantaba los brazos, luego me puse a horcajadas encima suya para penetrarla con mi pene. Ella no se sí se percató del cambio, pero no dejó de pedir más y más placer. 

Cuando introduje mi pene por primera vez en ella fue una sensación muy intensa. Estaba muy, muy caliente, ardía. Lubricación sin problemas y apretando por completo. La fui follando hasta que varias veces la penetraba hasta sentarme sobre ella. 

Cuando toda mi pene estaba dentro de ella, se retorcía y es cuando más fuerte y agitada resoplaba. Yo sentía en la punta el tope de su vagina. Esperaba hasta notar sus contracciones en mi pene, parecía que me lo iba a partir y ella decía: “me corro, me vengo”. 

Le temblaba todo, las piernas y el cuerpo. Parecía que tuviera tiritones, pero era todo por la intensidad del placer que sentía.

Cuando sentí que llegaba la eyaculación, ante la duda y para prevenir, hice la marcha atrás. La saqué pero dejé la punta por su ano para correrme en él. Todo mi semen espeso y blanco conseguí que se quedara cubriendo su pequeño agujero. Sentí un gran placer. Nada más terminar de correrme, con un dedo la acaricié el ano con mi corrida. 

Y eso no es todo, ahora les cuento la parte más interesante.

¡Valla! Estaba tan interesante mi historia y excitante que todos mis amigos estaban excitados.

y todos a una voz dijeron: ¡Cuéntanos de la parte más interesante!  

 

Tuyo,

 

Millón Durango

 

Antes de dormir hazme el amor en tus sueños.