Manuel Valles

Noche sin Dios

La noche tiende su manto negro

frente a los ojos del poeta,

y un hondo lamento

trae consigo la desdicha suya,

su reclamo no llega al aposento de Dios,

se transfigura

en el doble filo de una espada;

la vida y la muerte llegan entonces

como una tentadora melodía

a sus oídos necios, a su desventura.