En esta Navidad amado Dios, llego ante Tu Presencia, con mis temores y alegrías, con mis frustraciones y victorias, con mis fracazos y triunfos para decirte que estoy agradecida por Tu Presencia en mi vida. En este año me faltaron cosas por cumplir y sueños por lograr, pero creo con todo mi corazón que tus propósitos se cumplirán en mi vida. Ayúdame a esforzarme, a ser valiente, a no temer y a desmayar porque Tu estás conmigo dónde quiera que vaya. Tu vara y tu cayado me infunden aliento y siempre estoy bajo tus alas protectora. Perdóname por los errores cometidos, por las palabras mal dichas, por los comentarios desubicados, por las miradas altivas, por mis labios que se cerraron y que por estar cansada no se abrieron para defender al desvalido.
Bendice a los que leen en esta hora, dales lo que ellos necesitan para disfrutar un poco de esta vida y que aprendan de Ti que eres manso y humilde de corazón. Tus manos están siempre dispuestas a bendecir a los que te obedecen y claman desde el fondo de sus almas. Nunca dejas de inclinar tus oídos ante la voz de los justos, porque te deleitas en bendecirnos. Gracias Jesus amado por haber nacido, gracias por haber muerto, gracias por haber resucitado. Gracias porque ahora intercedes por nosotros, gracias amado Jesucristo por amarnos tanto. Amén