cristina c

HOY ES MI LUZ

 

Ya no es un niño en un pesebre, no es un ser común y corriente, nació hace más de dos mil años de una adolescente Virgen y según el calendario judío, no nació en Diciembre. Siempre han dicho que fue un carpintero, pero en la cultura hebrea, labraba piedras. Han dicho tantas mentiras de El, que fue un profeta, que fue un maestro, que fue un enajenado mental que se creía Dios. Testigos hay en la historia, que cuando murió en la cruz, se abrieron las tumbas y mucha gente resucitó. Caminó por valles y collados, se sentó, se cansó, lloró, y murió. Tal vez si se hubiese negado a morir, hoy nadie se acordaría de Él. Pero, no ha sido así, porque Su testimonio quedó grabado en papel y por mucho que han querido destruir Su Palabra, sigue siendo el libro más leído desde siempre. Este hombre separó la historia en dos, en un antes y después e incomodó a reyes y gente de la élite. Se hablaba de El, de cómo moriría, se profetizó que le daría salvación a todo aquel quien en El creyera. Lo encontramos en los poemas en los Salmos, lo encontramos en proverbios con mucha sabiduría, lo encontramos en cantar de los cantares, un amor pleno y perfecto, encontramos palabras de aliento y por supuesto, encontramos muerte y destrucción. Un libro donde se describe al ser humano tal cual es con todas sus maldades, pecados y soberbias. Todos los profetas y apóstoles eran llenos de defectos pero había algo en ellos que los distinguía, eran personas ordinarias que en las manos de Dios hicieron cosas extraordinarias.   De este hombre que murió en la cruz, habla todo el libro sagrado. Por eso, mi fe no es una fe ciega, no es un amuleto que me ayuda, no es un lugar dónde me escondo. Hay una luz que llegó a mi vida cuando tomé la decisión de creer. Antes estaba en tinieblas, hoy estoy en la luz, antes no tenía futuro, hoy tengo vida eterna, antes le tenía miedo a la muerte, hoy la espero sin miedo, antes era una persona amargada, hoy estoy llena de paz. La fe es un paso, solo un paso y esa semilla comienza a crecer despacio…. La Salvación es un regalo. Lo más bello y profundo es Su legado cuando al mirar a los que lo traspasaron dijo: “Perdónalos Padre, porque no saben lo que hacen”. Yo recibí ese perdón, porque antes no sabía lo que hacía.