Abene Arrebatos

UN DÍA, TRES OTOÑOS 

 

 

¡Cómo extraño tu presencia!

¡Qué dolorosa la ausencia de tus manos en las mías y tus besos en mis labios!

 

Te pienso sin pretenderlo, te huelo y no estás presente, y llevo el sabor de tu cuello muy adentro de mi ser. 

Busco en mí la fortaleza que me ayude a no sufrirte, alejando pensamientos que me gritan que no estás.

Mas son vanos mis esfuerzos; y es que el hueco de mi pecho hoy no hay nada que lo llene salvo el calor de tu piel ardiendo sobre mi piel.

Pronto el tiempo te traerá, de nuevo estarás aquí y cesará al fin la angustia que me causa la distancia que me separa de ti.

27/11/2019