Gerardo Luna

AMOR ETERNO

Hace apenas un instante teníamos un deseó, Quisimos que lo nuestro fuera eterno, longevo, único y duradero, tan duradero como la eternidad misma, ese amor en el que una vida no baste y una muerte no espanté, un amor eterno. Quisimos que lo nuestro fuera eterno, pero no supimos como hacerlo.

 

Después recordamos que somos humanos, Y tenemos un ciclo, y cuando ese ciclo termina, termina con el nuestro tiempo. Nuestra única opción para la eternidad, era congelar el tiempo, y cuando estábamos a solas, lo hacíamos, deteníamos el tiempo, solos tú y yo, alterando cualquier ley científica que dote de lógica éste mundo absurdo y común. Solos tú y yo amando lo nuestro, amando lo eterno.

 

El tiempo no transcurría, el mundo estaba detenido, fuimos solo tu y yo por tanto tiempo, sin nadie ni nadamás al rededor nuestro, hasta que nos aburrimos de nosotros mismos, llegamos al punto de estar hartos de nosotros. Te veía intranquila, asfixiada, ahogando gritos de auxilio, en un secuestro emocional en el que nosotros mismos nos amarramos, era nuestro amor quien no nos dejaba ser libres, nos amabamos y odiamos, encerrados en un amor que duraría para siempre, condenados a vivir todos los días con la misma persona, una y otra vez. Queríamos que lo eterno llegará a su fin.

 

Éramos tan jóvenes hace apenas un instante, antes de congelar el tiempo, queríamos vivir juntos eternamente, pero no quisimos enfermar de la mente, no quisimos destruir quienes somos y quiénes seremos, aunque estuvimos muy cerca de hacerlo.

 

Y fue así que descongelamos el tiempo, fue así que preferimos amarnos por cada momento, aunque sea incierto, aunque nos amemos de cerca o de lejos, casados o solteros, porque nuestro amor sigue siendo eterno, pero nosotros no. Pero si hoy nos amamos en está vida, viviendo cada instante como si fuera eterno, entonces será la muerte mi más grande miedo, ya que al venir por mi, nuestro amor de instantes eternos, eternamente vivirá solo en recuerdos.

 

Y así, en caso de haber otra vida y reencontrarnos en esa otra vida, sabremos que nos vamos a amar por otra eternidad más.