Me he quedado mudo como una campana
que rompió el badajo contra las palabras
me he quedado seco como una riera,
un glaciar sin hielo, un vergel sin agua,
un desierto humbrio, un cuerpo sin alma,
una huerta estéril nido de alimañas.
Mi pluma desgarra paginas vacías
mi voz se retuerce presa en la graganta
mis manos se crispan, mis labios se agrietan
la luz de mis ojos se ha quedado ciega,
pero no me entrego, pero no me rindo
tomaré el cayado, cargaré el hatillo.
seguiré tus pasos hasta el infinito
mas allá del mundo, más allá del tiempo
como un peregrino buscando cobijo
pues se que el camino es solo el principio,
la senda infinita hacia mi destino
que cada tropiezo es solo una prueba
que avanzo, que sigo por mucho que duela
que en una revuelta hallaré tus huellas
y lleno de vida, volaré tras ellas
hasta reencontrarte, hasta reencontrarme
hasta merecerte, hasta perdonarme