Adelaine Soto Alvarez

SOLEDAD AMORFA Y DESCARRIADA

 

En esta casa llena de efemérides

Vértigos e inmisericordia

Hago las veces de Penélope

Tejiendo mantas

Para el frío ajeno

Mientras el mío

Me persigue 

Entre el claro oscuro

De una soledad amorfa y descarriada

Que alguien asegura

Heredé

De tanto amor sin dueño

 

Y aunque me afane

Por capturar la aurora

Dándome baños de aguaceros

Bajo los tinglados

Incoloros

Que persisten en sobrevivir

Solamente recibo el óxido

Inclemente

De los caños retorcidos

Que soportan las trepadoras

Y las margaritas

En el pórtico

Tan vejete

Como las mazmorras de Luxemburgo

 

Aquí el olor a moho se ha vuelto antídoto

Y se bebe

Con benadrilina y corticosteroides

Porque a nadie le interesa el gemir

Ni la cruz que dobla al esqueleto

 

Mucho menos esta ingenuidad

Decrepita

Que no madura

A pesar de los rosales secos

 

Y aunque ya no existen riñas

Todo permanece

Entre la espada y la pared

Sin notas ni arpegios

 

A veces sale a relucir la fobia

Y me sujeto a la existencia

Rezo un ave María

Y calmo el destierro

 

Otras pienso en tus manos tibias

En la geografía de tu cuerpo

Hasta que descubro el hueco

Repleto de pedazos y palabras

 

Solamente mi sombra

Infernal

Y a la vez tan certera

Aparece y llena mis espacios

De cada antecedente

 Si la miro mucho

Aprecio

Un hálito de luz

Que se mete entre las cejas

Y todo se me antoja estático

Hasta que el gran silencio

Penetra como dardo

Y me hace sucumbir

Entre mis libros

Donde guardo sueños y fracasos

Desafiando a la noche

Y sus abismos