José Gomariz Fenoll,

Interna danza

Sentado en la arena estoy,

contemplo el cielo raso

sobre la azul laguna

mientras recuerdo los días en que, triste

y cansado, aguardaba

sin saber qué esperaba.

 

Sigo enfadado porque hoy

aquí atiendo el ocaso,

contraído, sobre la duna

bajo la amargura de aquel despiste

que me paralizaba

y la apatía afianzaba.

 

Regresa el entusiasmo, que agradezco.

Aun sintiéndome atado,

por este mundo cruel devaluado

y sin poder obrar,

aún guardo la esperanza

de, un día, hacer mi papel.

 

Todos mis músculos desentumezco,

mi plegaria he elevado,

meditando, mi acción he iniciado

con interno danzar

que en gestos de alabanza

de mis manos van a Él.

A Él, mi Dios.

A Él, mi Señor.

A Él, el de Nazaret.