El viento gime en la noche y las hojas caen en el suelo como lágrimas de un corazón roto.
La soledad se apodera de mí en esta época de frío y oscuridad, mientras el mundo se sumerge en el letargo.
Mis pensamientos vagan entre recuerdos y deseos que ya no volverán a ser.
El despecho me embarga como el hielo que cubre la tierra, y me siento perdido en un mundo que ya no me pertenece.
Pero aunque la tristeza me envuelva sé que el sol volverá a brillar, y que la primavera me traerá nuevas esperanzas y alegrías.
Hasta entonces, soportaré el peso de la soledad y el frío del invierno, esperando el regreso de la luz.