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Siempre tú....

Siempre tú…

a pesar de la vertiginosa huida de los años…

muy a pesar del desvanecimiento de los momentos compartidos…

y de la tragedia atroz de nuestra despedida…(aún sin justificativo…ni consuelo).

 

Siempre presente en cada detalle de mi día a día…

como razón imprescindible de mi rutina,

perpetuamente anclada a mi delirio…

como energía incontenible de mi inspiración exuberante y profusa.

 

Siempre tú …

floreciendo en mi interior…

como un rosal de inmortal primavera…

que estalla en mi inconsciente…como fuente divina…

de un torrente de sensaciones asombrosas.

 

Como tú    ninguna,

siempre estupenda…incomparable y magnífica,

a pesar de ser la causa del más punzante dolor …que traspasa mi alma.

 

Pero siempre tú…ecuánime y cristalina…

como lluvia fresca que mitiga la inclemencia del hastío….

y apacigua la angustia de tú ausencia,

intentando compensar la ignominia de tu olvido.

 

Siempre tú… resplandeciente,

reflejada en la mística imagen de tu atrayente sonrisa,

en la caricia sublime de tu mirada purísima,

y en la añoranza simultanea de dos vidas entrelazadas por la casualidad de la coincidencia de un mismo destino.

 

Siempre tú…inagotable…

Iluminada y radiante como la más lejana de las estrellas,

como la ilusión cardinal de un ocaso de diciembre…

que prende las ilusiones de un venturoso pendiente…

suplicándole al tiempo…la oportunidad tan esperada…de aquel mágico reencuentro,

pidiéndole al infinito…alguna señal de clemencia…a tan agitada esperanza…exhausta de sentimiento.

 

Siempre tú…

dama elegante de encantador atuendo…desbordando donaire,

señora de ilustrísimo perfil…cautivante,

mujer seductora…de postura leal e indomable…

pretexto irrefutable de mi locura.

 

Siempre tú…inolvidable,

la contundente prueba de que el amor si existe.

 

Siempre tú…