El arte de brillar
consiste en luchar
sin hacer tanto alarde,
pues no vale decir
lo grande que se es
y no hacer algo a cambio.
No importa el que dirán
ni hay méritos que den
más recompensa,
que hacer las cosas bien
porque lo manda Dios
y la conciencia.
Y así vivir la vida
sin pensar en perdurar.
Yo un día conocí
a una persona que
era grandiosa,
de espíritu indomable
y con el corazón muy generoso.
Mucho ella me enseñó
y lo que más valoro
fue su desmedido amor,
el que me regaló sin condición…
y perduró.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay