Hector Loaiza

Querer, querernos

Descubrí el cauce en tus ojos, un bosque de azahar en tus cabellos y una exorbitante enredadera que sube las laderas de mi alma, acoplando las piezas faltantes en mis sentimientos; tu virtud es de un rocío en los campos de trigo dónde nace el sol y el pan, la dulce cebada de tus labios,

 

Y el canto de las aves, dando paso al crepúsculo sobre los ríos celestiales.

 

Tan sencillo y tan difícil es querer, quererte como ninguno, siendo solo tuyo, y tú mía; tu y yo queriendo querer, querernos por siempre.