juanestrada

Antídoto

A patadas y puños

con gritos y llanto

conquistar la fatiga oculta

en la velada lluvia de noviembre,

en los largos silencios y

en los erráticos poemas;

a ella antepongo la justa luz de mayo

y el viento terroso de agosto.

 

 

Ante los viajes hacia el dolor,

donde están las ausencias eternas,

encuentro la nítida navidad de la infancia.

Ante el campo de los adioses

se derrama el aroma del café recién hecho

y las guayabas que se cocinan

bajo el sol tropical 

 

 

 

Allí ocultas las sustancias secretas,

allí el antídoto contra este vacío

que me devora…

Aquí un verso feliz;

aquí el beso y el abrazo perdido también

y como sortilegio absoluto

la voz remota del mar.