DUVIKA

Tu existencia con sabor a café.

Te envío un abrazo a la distancia; un abrazo con olor a café, libros viejos y poemas.

Por qué somos un par de bohemios envejeciendo lejos, conectados por la vastedad de un amor que no se detiene en fronteras.

Te envío un abrazo colmado de aquello que en días lejanos nunca nos faltó, tantas pláticas, sueños, anhelos, besos...

Ya en la madurez uno se da cuenta de lo que realmente valía la pena.

Te descubrí como mi eje cuando ví tu vacío y mi mundo se hizo frágil, frío, sombrío.

Estabas a mi lado y no pude agradecer tu existencia.

Eres el lado intelectual de mi vida, basta tomarme un café para acordarme de ti y sonreír y brindar por qué logramos coincidir y aunque sea lejos pero estás y pensarlo me llena de dicha.