Trazos, hay trazos de ti en mi memoria.
Recuerdos tácticos, de tu piel,
de tus latidos, de las heridas
y las caricias compartidas.
Hay trazos en mi alma de tu alma.
Y cobro luces toda yo,
la eterna noche se ha hecho fiesta.
Una fiesta con melodía, de risas, de voces.
Estáticas, las estrellas observan, susurran.
Observan la dicha, la luz en mí.
Entonces el firmamento se mueve.
Y hace trazos de ti, de mí.
De memorias, de noches, de besos, de tiempos...
Tiempos en que hemos descubierto el arte.
El arte de amarte sin desarmarte.
De tomar mis manos y ver hacia delante, de verte
y dibujarte un boceto de besos sin reverso y puro verso.
Decirte, qué lindo es querer y quererme.
Querernos, fundirnos en este encuadre.
En los trazos del tiempo y la memoria.
Querernos, bajo las lluvias, bajo los soles.
Trazos, hay trazos de ti en mí.
Y es bello, sos bello.
Mi sol, mi amor, mis tiempos a destiempos, mi antes y después.
Todo tú es un proceder a florecer.