Una tarde
una mesa
una silla y un café,
y estas cuantas letras.
No sé si ya oscureció tu día,
no sé si hay frío,
no sé si hay luna en el;
no sé hacia donde sueña
tu grato corazón.
No sé si ríes,
no sé si bailas,
no sé si bebes,
no sé si cantas,
no sé si estás en
donde estás.
Acá:
una libreta,
la pluma negra,
el aire frío,
y estas cuantas letras.
Drowaillet