Cuándo la tristeza me acompaña al filo de la noche, y el invierno polar golpea cada parte de mi ser, cuándo mis letras se esconden,
y de amor no quieren saber absolutamente nada.
Justo ahí es cuando los recuerdos me escupen a la cara, y en aviones de papel se transforman, ansiosos de volar hacia la tormenta de tu mirada, ellos se doblan y caen en picada, y mis desgastadas ganas a sus alas, juntos atravesamos la tormenta, tormenta de amores en desdicha que intenta derribarles.
Pero para mis aviones de papel hoy, no será su última batalla, por qué más qué papel, están hechos de poesía, de amores muertos, que inmortales han vuelto, en cada uno de mis escritos, amores que ya no habitan mi piel, pero que volarán eternos, sobre avioncitos de papel.
Eternas Lunas.