Del tamaño de un sarmiento ceñudo:
sus axilas periclitadas exigen saneamiento
profundo y profuso. Del tamaño del pájaro
que atrae fortuna y sueños: errabundo por
un mundo de inacción e inercia. De la estatura
de un bonsái en época estival; cuatro arpegios
y tres notas modificadas. Así, sus dientes, y así
prácticamente todo en él-.
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