Alejandro

En la noche

Es peligroso,

cuando me miras desnuda,

que se pierda entre tu piel

alguna de mis locuras

y ya seas dueña de mis sueños

y ya seas dueña de mis horas.


Si yo nado en tu mirada

y el mar bravío de tus ojos

rompe la ola en mis labios

es posible que me mates

y es probable que reviva

para sentir la espuma nuevamente.


Luego, si el cielo no tiene luna,

te cuelgo de una estrella y te canto

y me hago nube que te abraza

y me hago nave que te rosa.


Y al mirar tus ojos cerrados

se me cierra la nostalgia,

me anido en tus pestañas

y renazco de tu vientre.