Sierdi

MI PODEROSO DIOS

Mi poderoso Dios.

Hoy suplico, tu piedad.

Guía, mis perdidos pasos.

Que no paran, de llorar.

 

Guíalos, señor Jesús.

Sácialos, con tu poder.

Dales de sustento y luz.

Que no quieren perecer.

 

Llévalos al colofón.

Guiados por tu dulce amor.

Otros pasos perecieron.

No queriéndote escuchar.

 

Mis rodillas besan tierra,

No se quieren desahuciar.

Y mis labios fervorosos.

Te darán la gloria, hasta el final.