Mr. Trasplante

Ladrón de vidas.

 

 

 

 

Te escribo en el altar de mi ser, en la morada de lo imposible, en el calvario de mi alma, mi amada.

 

Ladrón de vidas, el monte alto de mis lamentos sobre el destierro al paraíso que suaviza el pecado de ser libre entre tantos dioses, 
como el brote cercenado por el lirio y la magnolia del raudal de mis oraciones no escuchadas, intención fraudulenta por correr tan fiero y alucinado en el hogar de los ángeles.


Hermanos de lealtad absoluta, pesa el recuerdo, sublime e insustancial cuando otrora destellaba el embelesar de nuestra grandeza, 
el penar de nuestra historia será recordada por mis letras, mezclando con estirpe del déspota destino que se entretiene atormentando a los plebeyos en sus celos y en las enaguas de su tiempo, saciemos su sed en el calvario, mis valientes 11, esclavizando la deuda que nos fue impuesta por temor a convertirnos en su semejanza. 

 

Pasmosa luz de mi cielo, caótica entre las nubes vaporosas de color vino, hundiéndome en la tierra quebrada, brotado de fuerza oscura por el levantar de mis 11 paladines, núcleo de mi esencia, conformaré un edén con frutas, lagos, árboles y pan, pues allí vive la sonrisa y el respeto, cubriendo el arribo de la oscuridad con primor,  desatando el impulso corrompido de nuestro ser, buscadores de ciencia, criaturas de alas, en las aguas lograremos vivir cuando la tierra suspire una vez más. 

 

Ladrón de vidas soy, en el asomar de mis labios encandiló la gracia carmesí, tributo al creador de la belleza natural para que colme de temor su cielo eterno, con litoral y embrujo sorprenderé por fuerza y exquisitos el trabajo que te honra, silbare la sevillana de los hermanos reyes, cantaré el Rigoletto de Verdi demostrando como un moribundo se convierte en el libertador de lo épico, está mi obra, historia y mi camino, llenaras de llanto carmesí la tierra quebrantada donde nací al igual que mis colmillos, es mi patria la que resopla entre los altos pinos escasos de temple, es mi cielo donde los viajeros apartan su piel, donde reposan los muertos en los viajes sin tiempo, es mi mundo el que empuja la victoria por fuerza y carmesí, espera la derrota de los 11 paladines y el moribundo. 

Espera la derrota del ladrón de vidas.