Escribo sin modelo,
a lo que salga.
Escribo de memoria,
de repente...
—de «Escribo», by Gloria Fuertes.
Sí, lo que salga.
Tiro de un hilo,
de un cabo suelto,
de una neurona
que guarda algo dentro.
No tengo modelo alguno
—quizás el mío propio—,
y me dejo llevar por una idea.
Las palabras salen, y cual
las fichas de dominó caen
al ser empujadas por la primera.
Cualquiera puede seguir el modelo
—porque no existe, entre otras cosas—
y ser tan virtuoso como la alondra
que queda afónica por cantar sola,
para nadie y para nada, al alba.
Voy como carrusel sin fin
depositando palabras en un blanco
que espera ensuciarse de tinta.
Voy con las palabras pintando
un cuadro de amor —espero—
donde cualquier querubín tiene cita
y vuela a su antojo —pero, ojo,
cuidado con las faltas de ortografía—.
Acompaño a mi amada Gloria en esto:
antes de echarme a la calle
a derramar mi odio decido
echarme al papel y desangrarme
en él, que ahí no hace daño a nadie.
Sí, a lo que salga, pero que salga bonito.