Ben-.

Qué queda, sino tu Imperio de Orgullo-.

Jardines crecen en parcelas arrasadas

son concomitancias de especulaciones

sombríamente enajenadas sus majestades

deploran el eje matemático del sueño asténico.

En el dedo el índice crucial, de suspensión química

probada, la alargada sotana, y el manuscrito rosa

perpetrado tras la ardua batalla soñolienta.

Hipótesis de génesis descubiertas, son semillas,

los párpados ilesos que me abres, con vestigios

de métrica bien endiosada, hasta la lumbre que

incrementa mis deseos.

Oh sueños, oh vestigios, oh ridículo, oh emancipación

del toro vespertino! Cómo alegras mis mañanas, con

tu sucia camisa y tu empañada tristeza fúnebre.

Me disparo en la sien todos las noches, por si la sangre

hace de tinta, hasta llegarme a los sobacos, y perlarlos,

y perlarte, de erudita incongruencia-.

 

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