OscarCampos

Entre la seducción

 

Mar,

la luna,

simula el baile de una estela

de calma sobre aguas,

¿Qué violencia se esconde

bajo la piel desnuda?

¿Qué violencia se esconde

en el espíritu del habitante,

parecida,

una cascada turbulenta?

Has perdido el asombro,

Has cambiado de lugar

La reflexión,

¿Qué harás con la violencia

que atraviesa a tus hijos?

La luna simula la calma.

 

Los peces siguen ingenuos,

 atracción de la luz,

atracción del cardumen,

dos ámbitos que guían

los ojos, la sombra del día,

 habitantes,

enredados en la seducción,

¿En qué lugar,

has dejado la libertad?

violencia, una forma de esclavitud,

violencia, una mano

separada del timón del espíritu.

 

 

La violencia latente palpita,

hasta el límite del habitante,

hasta que el dolor lo despierte,

y la brisa abra sus heridas.

Tu propia violencia

suelta los pétalos de una rosa,

antes que el perfume

cubra tu piel serena,

y se abra paso entre heridas.

 

Debajo la aparente calma,

La luna deja sus sombras.

El habitante

su cansancio del tiempo,

ha perdido sus sueños.

En la puerta de su morada,

yace su cuerpo,

sentado en la escala,

espera algún latido,

para amar,

mientras la tempestad,

 inunda la ciudad.