Hay átomos en el aire
con un veneno letal,
al respirar te contagian
de un virus sentimental.
Una vez inoculado
te llega a paralizar,
por el amor maniatado
no puedes dejar de amar.
Los síntomas se perciben
primero en el corazón,
a veces duele hasta el alma
producto de esa ilusión.
Te acomodas a ese estado
tal cual larga cuarentena,
tras haberte enamorado,
no hay vacuna que sea buena.
Te vuelves negacionista,
solo crees en la pasión,
quizás curar no te importa,
deseas morir de amor.
Classman