JAVIER SOLIS

APRENDÍ

Era una de ésas tardes de otoño

entre  las brumas de la soledad

perdido en el grito del silencio

deambulaba por el viento vespertino.

 

Te buscaba en el aroma floral

en el llanto de las madrugadas

confundido entre las ilusiones

y en sublimes sueños eróticos.

 

Era quizás una tarde antojadiza

una tarde alegre y juguetona

caminando por senderos poéticos

nuestras almas se encontraron.

 

Y se hizo la luz

las flores abrieron sus corolas

y regaron sus colores y aromas

coqueteaba el bizarro eros.

 

Y aprendí a escribir versos

a cantar serenatas en silencio

a soñar sin cerrar los ojos

aprendí a amar.

 

Desde entonces te hice un altar

aprendí una oración con tu nombre

y arrodillado frente a un sueño

aprendí a amarte.

Lima, octubre 17 del 2022

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